“A veces la palabra solo representa una manera, más hábil que el silencio de callar”

Jean Paul Sartre





viernes, 5 de junio de 2009

EL DEBER DE JUSTIFICAR LO QUE NOS HIERE

No es mi intención hacer superfluas declaraciones de principios o finales. Evado las explicaciones y las aclaraciones que considero innecesarios remanentes de lo reinterpretado sobre lo interpretado de los hechos. Lo virtual y lo real no son lo mismo, pero se codeterminan, se contaminan, se limitan, se imitan. Comparten la misma suerte y el mismo infortunio, contienen las mismas miserias y las distintas virtudes de los hombres y sus circunstancias. El mundo virtual exacerba ciertos sentidos y mutila fatalmente otros.
La escasez de sentido y contenido del mundo se revela en la liviandad del ser supeditado al acontecer tiránico. El ser padeciendo, agonizando entre pareceres demagógicos. Parecer es no ser.Es la vanidad el pan nuestro de cada día, la antítesis de la dignidad. Ser digno significa no pedir lo que se merece, ni aceptar lo inmerecido. Yo me manejo en mi vida respetando ciertos valores que considero no negociables, y lo que deseo para mí lo deseo para los demás y no le hago a otros lo que no me gusta que me hagan a mí. Lo hago por propia decisión, con toda la convicción que mis debilidades me permiten tener y con la comprensión de que la mayoría de las veces no hay retribución.
Este mundo de los blogs es nuevo para mí, en mi experiencia encontré muchas veces la virtualidad desvirtuada, que expone la peor faceta de los seres humanos arrinconados por sus miserias y sus histerias. Como contrapartida a lo negativo de tener que lidiar con la vanidad y vacuidad doliente e hiriente, encontré un lugar repleto de poesía, de sensibilidad que creía peligrosamente ausente.Descubrí esta especie de Parnaso virtual, patria de poetas, artistas, escritores, no-escritores. Seres humanos que comparten sus dolores, su experiencia existencial y vital con una generosidad y fraternidad que muchas veces me conmueve. Este mundo nuevo supone para mí una especie de refugio de la anestesiante insensibilidad reinante que experimento diariamente en mi trabajo, donde tengo que tasar la vida humana y ponerle precio al dolor de la gente.
Neruda y Benedetti, me abrieron las puertas de la poesía, con su sencillez, descubrí un mundo con el que me identificaba y elevaba desde la emoción. Me dieron la comprensión que solo la poesía puede proveer a un alma demasiado sensible y precozmente golpeada por la vida, que entendía más del dolor que del amor. Cuando me entere de la muerte de Benedetti, pensé en escribir algo, pero como podría retribuirle lo mucho que me dio? Sentí que el mundo perdía un poeta que sin embargo, dejaba de legado su poesía entera y eterna.
Los poetas son una especie en riesgo de extinción.El mundo necesita toda la poesía posible porque se desangra de obviedad, en él se prostituyen las palabras, todo se vuelve impúdicamente explicito. La difícil tarea que tiene el poeta es la de rescatar las palabras de la vacuidad,liberarlas de los mercaderes que las bastardean y las tienen de rehén. La ardua e ingrata lucha por preservar la especie.
En el primer manifiesto infrarrealista Bolaños, hablaba de la necesidad de crear las herramientas para la subvertir la cotidianeidad. En estos tiempos duros para los hombres, es el poeta el hacedor de puentes hacia las estaciones ignoradas. El poema hace posible lo imposible, interrelacionando realidad e irrealidad, conciliando lo irreconciliable. Creando mundos, recreando lo perdido, evitando que la amnesia nos bese en la boca.
Me siento enormemente agradecida y maravillada de haber encontrado entre los blogs, escritores y no- escritores que cuentan con el don de escribir, que lo comparten desinteresadamente. Comprendí cabalmente lo que leí una vez, magistralmente expuesto por Clarice Lispector: “Escribir es una maldición, pero una maldición que salva. Escribir es también bendecir una vida que no fue bendecida.”
A mí, poder escribir sobre lo que me estaba pasando cuando abrí el blog, me salvo del naufragio, me alivio, me libero de ciertas cadenas. Hoy en está profesión de Fe, quiero destacar el inmenso valor que tiene para mí la poesía.

Quiero compartir y agradecer a un poeta en particular, Dionisismo, por esta bendición y dejo que la poesía hable de mí, por mí.

ESCRIBIR PARA MAÑANA
es tiempo de mirar para adelante

de decirle a la verdad que era mentira
de romper el silencio por no darte
la razón de mi falsa hipocresía
es hora de salirse del incendio
de escapar de las garras del letargo
de abandonar la pesca en el mar muerto
de matar al miedo de vivir resucitando
es hora de indultar a mi pasado
de dar prórroga a la fe que me custodia
de dar vuelo a los pájaros que guardo
al abrigo de tormentas transitorias
es hora de no ser quién siempre he sido
de invitar a cenar a mi enemigo
de quitarle mi paciencia que es su abrigo
de firmar la paz entre viejos conocidos
que de tanto encontrarse se han perdido
de curar o asesinar el sueño herido
de hacer con las sobras del recuerdo
un nido lleno de olvidos

es hora de llamarle al infierno, aburrido
a mis pasos, perdidos
a mis brazos, cansados
a este tiempo sin tiempo, insensato
a estas ganas de verme, agonía
a este insomne lamento, un rato
a este rato en la nada..... puerta de salida



Creo en los poetas, en el poder de la poesía y en la virtuosidad virtual.

Aparte de la significación gramatical del lenguaje, hay otra, una significación mágica, que es la única que nos interesa. Uno es el lenguaje objetivo que sirve para nombrar las cosas del mundo sin sacarlas fuera de su calidad de inventario; el otro rompe esa norma convencional y en él las palabras pierden su representación estricta para adquirir otra más profunda y como rodeada de un aura luminosa que debe elevar al lector del plano habitual y envolverlo en una atmósfera encantada. En todas las cosas hay una palabra interna, una palabra latente y que está debajo de la palabra que las designa. Esa es la palabra que debe descubrir el poeta.
La Poesía es un desafío a la Razón, el único desafío que la razón puede aceptar, pues una crea su realidad en el mundo que ES y la otra en el que ESTÁ SIENDO.
El poeta os tiende la mano para conduciros más allá del último horizonte, más arriba de la punta de la pirámide, en ese campo que se extiende más allá de lo verdadero y lo falso, más allá de la vida y de la muerte, más allá del espacio y del tiempo, más allá de la razón y la fantasía, más allá del espíritu y la materia. Allí ha plantado el árbol de sus ojos y desde allí contempla el mundo, desde allí os habla y os descubre los secretos del mundo. Hay en su garganta un incendio inextinguible.
La Poesía.
Vicente Huidobro
(Fragmentos de una conferencia leída en el Ateneo de Madrid, el año 1921 ).