TICKET TO RIDE

Una vez finalizada la autopsia del amor, habiendo aceptado los crímenes del corazón, y la complicidad silente de la razón, voy egresando del letargo, desentrañando el rencor que opacó mi mirada, descansando del agravio del tiempo que pasé invernando el dolor en la cárcel de la memoria.

Estoy regresando de la indiferencia, percibiendo los matices, indultándome, redescubriéndome, resignificando mis cicatrices, esos testimonios invisibles pero tangibles de las batallas libradas o evadidas.
Estoy restituyendo creencias, constituyendo futuras querencias, viendo resurgir la poesía del ideal......sintiendo más, entendiendo menos.
Estoy impulsando la rebelión contra el orden establecido por la razón tiránica,  para  lograr cambiar la lucidez mental por la lucidez sentimental.
Estoy resistiendo, insistiendo en la utopía sintética, viendo el reverberar de tu alma en mi alma………intentando rehuir de la mezquindad del desolado singular hacia la magnificencia del plenipotenciario plural.

Estoy comprometiendo más que prometiendo, cuerpo y alma en la partida, respetando la dualidad inescindible,  buscando una pasión sostenible, que revele y eleve mi ser.
Estoy aceptando el desafío de estar a la altura de las circunstancias y mas allá de las inconstancias.

Estoy.

Me voy de vacaciones ….gestando ilusiones……

Afán impetuoso de huida - ¿Por qué no confesárselo?- era esa apetencia de lejanía y cosas nuevas, ese deseo de liberación, descarga y olvido, ese impulso a alejarse de la obra, del escenario cotidiano de una entrega inflexible, apasionada y fría.
Muerte en Venecia. Thomas Mann.