Piazzolla revuelve mis adentros, haciendo que navegue contracorriente y que después sienta como mis latidos llegan a un mar en calma. Desde que lo descubrí, desde el otro lado del Atlántico, siempre encuentro momentos que lo evocan y que exigen, una y otra vez, que vuelva a escucharlo en esta ciudad sumergida en mitad de un invierno que empieza a morirse.
Piazzolla revuelve mis adentros, haciendo que navegue contracorriente y que después sienta como mis latidos llegan a un mar en calma. Desde que lo descubrí, desde el otro lado del Atlántico, siempre encuentro momentos que lo evocan y que exigen, una y otra vez, que vuelva a escucharlo en esta ciudad sumergida en mitad de un invierno que empieza a morirse.
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